Su sonido es inconfundible. Su porte musculoso, atractivo y para sus fieles seguidores, no hay mejor vehículo. Y es el que el Dodge Charger 2021, con su oferta V8 y los 707 caballos de fuerza que ofrece el nuevo Hellcat Redeye, tiene más de un atractivo.
Este auto combina elementos que agradan a más de un comprador: la potencia y la velocidad punta, los sistemas de seguridad, la tecnología y la conectividad, sin pasar por alto las diferentes opciones de motorización y un interior agradable.
Es un auto al que se le siente el peso cuando uno conduce. Pese a eso, frena con integridad, con seguridad, sin perder la línea. Lo mismo vale decir al tomar las curvas. Incluso, en aquellas bastante cerradas, mantiene un sorprendente agarre al suelo.
La cabina es amplia, y tanto en la primera como en la segunda fila de asientos los pasajeros pueden viajar cómodos, con espacio para las piernas. Este es un punto importante, ya que en este segmento hay algunEos autos cuya segunda fila de asientos -particularmente los de dos puertas- es más apta para llevar una cartera que una persona. ¡Punto a favor del Charger!
Las butacas, por otra parte son más bien firmes, con apoyos laterales, lo que contribuye a un mejor soporte, sobre todo si el asfalto es irregular o las curvas, muchas (y rápidas).
El motor del Charger, un sonido que entusiasma
Por supuesto, el sonido del motor se cuela en la cabina, lo que es previsible dado el tipo de auto. En este caso, ese “ronroneo” del motor, contribuye a una experiencia mucho más deportiva.
En cuanto a la tecnología, hay que resaltar que el sistema Uconnect es muy bueno. Es fácil de operar, responde rápidamente y no ofrece complicaciones a la hora de navegarlo.
En el caso de mi vehículo de prueba -el Dodge Charger SRT Hellcat Redeye Wideboy-, estaba integrado con una pantalla táctil de 8,4 pulgadas, con buenas gráficas y excelente sistema de navegación.
La experiencia con los comandos de voz y con el equipo de audio Alpine, con seis parlantes, también fue grata.
En cuanto a los espacios para colocar objetos, me hubiese gustado alguno más. Con artículos pequeños no tuve mayor problema, pero con los medianos, sí. Los apoya bebidas en la consola central, en la primera fila, me funcionaron bien, pero mi termo -que es tamaño promedio- no entraba en el espacio adicional en la puerta.
La visibilidad no es mala, aunque la trasera está levemente comprometida por unos pilares posteriores, anchos.
Dodge Charger: Modelos
El Dodge Charger 2021 se ofrece en seis niveles: SXT, GT, R/T, Scat Pack, SRT Hellcat y SRT Hellcat Redeye.
En todos los modelos la transmisión es automática, de ocho velocidades. Es, estándar, Rear-Wheel Drive, aunque los modelos SXT y GT pueden ser -opcional-, All-Wheel Drive.
La oferta de motores es amplia. Los modelos SXT y GT, tienen un V6 de 3,6 litros (292 caballos de fuerza y 260 libras por pie de torque o 300 caballos de fuerza y 264 libras por pie de torque dependiendo del modelo y de si es SWD o RWD).
El modelo R/T tiene un V8 de 5,7 litros (370 caballos de fuerza y 395 libras por pie de torque); El Scat Pack, lleva un V8 de 6,4 litros que entrega 485 caballos de fuerza y 475 libras por pie de torque; el SRT Hellcat, un V8 supercargado que brinda 717 caballos de fuerz ay 650 libras por pie de torque y finalmente el SRT Hellcat Redeye, cuyo V8 de 6,2 litros entrega 797 caballos de fuerza y 707 libras por pie de torque.
El modelo SXT es el nivel básico. Las llantas son de 17 pulgadas y cuenta con arranque y apertura de puerta, sin llave. Es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, tiene volante forrado en cuero, control dual de temperatura en la cabina, ajustes automáticos para los asientos de la primera fila, control de velocidad crucero y una pantalla táctil de siete pulgadas.
El siguiente en la lista es el modelo GT, con un look mucho más deportivo, entre otros elementos, gracias a unas llantas de 20 pulgadas y a una suspensión sport. Cuenta además con detalles en la carrocería que le dan un toque diferenciador. Tienes luces LED antiniebla, la pantalla táctil pasa a ser de 8,4 pulgadas y el sistema de audio es más potente que en el modelo SXT.
El R/T es muy parecido al GT aunque visto desde fuera es obvio que hay un par de cambios; el primero, a nivel de los escapes y el segundo, de las llantas, que aun cuando son de 20 pulgadas también, tienen un look diferenciador. Por supuesto, suma el motor V8, que incrementa la potencia y brinda un sonido mucho más cercano a los tradicionales “musculosos”.
En el nivel Scat Pack encontramos un auto con frenos de alta potencia y un diferencial especial para este modelo. Igualmente, las llantas son un diseño propio. La suspensión también es de alto desempeño, cuenta con diversos modos de manejo y las butacas -sobre todo en la primera fila- tienen ese estilo inconfundible que encontramos en los autos más deportivos.
Por supuesto, si uno busca más, las opciones tope de gama, pueden ofrecer ese extra.
El SRT Hellcat también tiene llantas de 20 pulgadas con estilo diseñado para este modelo. Los frenos son de ultra potencia, la suspensión es adaptativa, los asientos de la primera fila tienen ventilación y calefacción, mientras que los de la segunda fila, cuentan con calefacción. La tapicería es en cuero, los neumáticos de alto desempeño, y para mayor comodidad si se comparte el auto, hay memorias para las preferencias en las funciones de manejo.
Charger SRT Hellcat Redeye: Un mundo aparte
El SRT Hellcat Redeye, tiene todo lo anterior… ¡y más! En el modelo que tuve para la prueba pude contar con una cabina creada a dos tonos –negro y sepia-, en la que el logo Hellcat estaba en los asientos de cuero.
La carrocería extendida en 3,5 pulgadas, las llantas Pirelii P Zero 305/35 y la pintura Frosbite, le dan a este modelo un estilo único (y a quien conduce, las ganas de ir a correrlo a una pista de carreras).
El motor, un potente HEMI V8 con supercargador Roots de 2,7 litros y transmisión automática de doble embrague que, se encargaba de poner melodía a cada uno de mis viajes. ¿De 0-60 mpg? Poco más de tres segundos.
La suspensión era de competencia con Launch Control, frenos Brembo de seis pistones, indicador de revoluciones y cambios de marcha, modos de manejo configurables, panel de instrumentos “Redeye” (un logo que se repetía en los parachoques y otros puntos del auto), acentos interiores en gamuza y en fibra de carbono.
Por si lo anterior fuese poco, contaba con sensores para maniobras de estacionamiento, cámara posterior, sistema de encendido remoto, alerta de tráfico en punto ciego, amplificador de 276 Watts y calipers naranjas en los frenos traseros, sistema de infoentrenimiento Uconnect 4C y un velocímetro que llega a las 200 mph.
Dodge ofrece además, paquetes de opcionales (ellos los llaman, grupos) que permiten personalizar el Charger en materia de tecnología, estilo, lujo y desempeño.
El modelo que tuve para la prueba tenía un consumo de combustible de 12 millas por galón en la ciudad y 21 millas por galón en la carretera.
El Dodge Charger que tuve para la prueba tenía un 70% de partes provenientes de Estados Unidos y Canadá, y un 17% de México. La transmisión fue hecha en Alemania y el punto final de ensamblaje fue la planta de Brampton, Ontario, Canadá.
Si desea más información sobre este u otros vehículos de Dodge, por favor visite: www.dodge.com
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