Nuestro idioma es profundamente rico… y aun así, a veces faltan adjetivos para describir emociones, objetos, sentimientos…. Al menos a mí me ocurre cuando tengo el privilegio de conducir por unos días un vehículo de la Clase S de Mercedes Benz…
Y recientemente tuve la oportunidad de manejar un AMG S65 al que la palabra lujo le queda pequeña. Aunque ya entraré en detalles sobre este modelo en particular, aprovecharé la ocasión para que revisemos juntos lo que nos ofrece la Clase S, que en sus versiones 2018 llega al mercado con algunos retoques, refrescada y con la novedad de un modelo más accesible, el S 450. Los retoques externos son estéticos –se han revisado la grilla y las luces posteriores-, mientras que en la cabina encontramos nuevo sistema de “infotainment”, algunos elementos para incrementar la comodidad de los ocupantes (varían por modelo) y sistema de carga Wireless para nuestros aparatos electrónicos como teléfonos inteligentes.
Los modelos de la Clase S ofrecen varían en número de asientos, dependiendo del modelo. Así, los sedanes, son para cinco personas, y los cupés y convertibles, para cuatro.
Como les comenté el S 450 es el modelo básico –aunque una vez más, la palabra no hace justicia cuando evaluamos lo que este nivel brinda al consumidor. Se ofrece únicamente en versión sedán y es propulsado por un motor V6 turbo de 3.0 litros que entrega 362 caballos de fuerza y 369 libras por pie de torsión. En este modelo la transmisión es automática, de nueve velocidades y el sistema 4Matic de Mercedes, es opcional.
Este vehículo nos ofrece encendido sin llave, techo panorámico, maletero con función electrónica que cierra con apenas el toque de un botón, tapicería en cuero, funciones de memoria para que en caso de compartir el manejo, cada chofer acceda rápidamente a la posición que mejor se adapta a su cuerpo y comodidad, 16 ajustes posibles para la butaca del conductor y del pasajero en la primera fila de asientos, suspensión adaptativa, panel de instrumentos virtual, y calefacción en las butacas delanteras.
Además, en el panel central encontramos una pantalla táctil de 12,3 pulgadas –con excelente calidad de imagen-, el sistema Comand que integra entretenimiento e información, sistema de navegación, sistema de audio Burmester con 13 parlantes, Apple CarPlay y Android Auto, puerto de 115 voltios, puerto USB, sistema de alerta de tráfico en punto ciego, y sistema de alerta y preparación en caso de colisión inminente.
A ese modelo le sigue el S560, en versiones cupé y convertible. El motor de este modelo es un V8, turbo, de 4.0 litros que brinda 463 caballos de fuerza y 516 libras por pie de torsión. Dependiendo de si elegimos un cupé o un convertible, podremos contar o no con sistema All Wheel Drive como estándar u opcional.
Por supuesto, al ir “navegando” por el abanico de opciones de la Clase S cada vez encontramos más y más elementos de lujo. El S 560 cuenta con una tapicería en cuero de primera que es increíblemente suave y los detalles de confección, con pespunteados exquisitos, son claramente la obra de maestros de alta costura. Cada puntada es impecable. En este nivel Mercedes –consciente del público al que se dirige- ofrece mayor número de opcionales lujosos, como por ejemplo el sistema para masajes incorporado a las butacas contour que “abrazan” con su suavidad. Es un sistema que si usted agrega el paquete Executive Rear Seat, también podrán disfrutar los pasajeros en la segunda fila. Y por cierto, ellos llevarán un beneficio adicional, ya que sus butacas pueden reclinarse para brindar una posición de descanso superior. Si lo desea, puede reemplazar el asiento central posterior por una consola que añade sistema de entretenimiento y un pequeño compartimento refrigerado. La cámara de visión nocturna, los cargadores Wireless en la segunda fila de asientos y el sistema de audio Burmester con 26 parlantes, son otros beneficios de esta maravilla sobre ruedas.
Si el modelo que lo ha seducido es el S560 convertible, tendrá techo suave y bloqueadores para que el viento –cuando lleve su auto descapotado- no le moleste.
El siguiente nivel nos da la entrada a los modelos AMG.
El primero en esta línea es el AMG S63. Es un vehículo propulsado por un motor turbo V8, de 4.0 litros que entrega 603 caballos de fuerza y 664 libras por pie de torsión. Las llantas son de 20 pulgadas, cuenta con escapes cromados dobles, diseñados para elevar el aire deportivo del modelo, y en el caso del modelo sedan, en el panel central encontramos una pieza de arte, un reloj IWC.
El AMG S65, que es el modelo que tuve para la prueba, no dista mucho de esta versión, pero va aun un nivel arriba en materia de lujo…y potencia. El motor es un Biturbo V12 de 6.0 litros que brinda 621 caballos de fuerza y 738 pies de torsión. Este modelo solo está disponible Rear Wheel Drive. La parrilla frontal añade detalles cromados propios de este modelo y la combinación de grilla y parachoques le confiere un look distintivo, elegante y serio. Las luces frontales han sido rediseñadas e incluyen tres puntos laterales para complementar la luz necesaria a diversas horas del día.
La tapicería es de un cuero de altísima calidad, y los detalles de confección impresionan. En la cabina se mezclan los materiales y las texturas, y lo hacen con tan buen gusto que es casi como ir a bordo de una obra de arte. Cuenta también con amplio techo panorámico y cortinas (tipo screen) internas para privacidad y para reducir la luminosidad dentro del auto.
En este modelo la aceleración es difícil de explicar en palabras. Al apretar el acelarador la velocidad se incrementa progresiva y suavemente, acompañada por la melodía del motor V12. La frenada es firme y en caso de emergencia, el auto mantiene una línea consistente y se siente seguro, gracias a frenos de alto desempeño. Como es propio de este nivel y de lo que uno espera en un auto de estas características, la dirección apenas si requiere esfuerzo. Es suave, dócil y al mismo tiempo, responde a un ritmo que asemeja el de un auto de carrera más que el de un coche de calle. El volante, ergonómico, tiene doble textura y permite un agarre cómodo. Incorpora el logo de Mercedes Benz en el centro y el de AMG en la parte inferior y controles para diversas funciones. Además, en la parte posterior tiene palanquitas para cambio de marchas, incrementando el “sabor” deportivo. La suspensión cumple su función al máximo. Absorbe las irregularidades del camino y logra que uno piense que flota.
En materia de confort es insuperable. Las butacas multicontour se ajustan al cuerpo brindando excelente soporte sin ser invasivas. Ni que decir, del sistema de masajes cuyas funciones pueden controlarse desde el panel central. Hay variedad de opciones e incluso, si uno lo desea, se pueden combinar con música ambiental. Mi única recomendación en este sentido es que lo pruebe y use solo con el vehículo detenido… la relajación es profunda y le da a uno la impresión de que está en un lujoso spa y que puede dormir una siesta… Otro detalle que me gustó mucho es la consola central, entre las butacas de la primera fila, que cuenta con un mecanismo de apertura lateral dando más “personalización” a cada pasajero. En esa área se encuentran también los controles de la pantalla central, los modos de manejo –control, sport y sport plus-, el control dinámico.
De hecho, les cuento una pequeña experiencia: Dado que las butacas traseras son reclinables, me senté en la segunda fila, tras el asiento del acompañante y accioné un botón para reclinar mi silla. En ese momento, la delantera se movió hacia delante y de la parte inferior salió un apoya pies. Prácticamente acostada, puse en funcionamiento el sistema de masaje a nivel lumbar. Acomodé mi Tablet y pude ver una película… El AMG S65 fue, durante los días que estuvo conmigo, un refugio, un santuario, un sitio de paz donde incluso podía trabajar. En este nivel de lujo, no puede faltar un aromatizador diseñado para el vehículo… con su propio control para modificar la intensidad del aroma en la cabina.
Los ajustes de temperatura están tanto en la fila delantera como en la trasera, y lo mismo vale decir para puertos de conexión USB.
El precio del AMG S65 que tuve para la prueba comienza en USD 229.500. Es una exquisita joya en su diseño, su desempeño y la tecnología que lo equipa. Sin duda, en este segmento, ampliamente recomendable.
Si desean más información sobre este u otros modelos de Mercedes Benz, por favor visiten: Mercedes Benz
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