Hay autos que pasan desapercibidos… Y en el otro extremo del medidor… ¡Hay BMW M6!

En el tiempo en que he tenido el privilegio de probar vehículos y contarle a ustedes mis impresiones, nunca me habían hecho tantas preguntas en los sitios donde suelo detenerme en mi rutina semanal… En estacionamientos, en semáforos o en cualquier calle… Rediseñado completamente es un vehículo que deja suspiros y despierta deseos a su paso. ¿La pregunta más común? ¿Cuál es la velocidad tope? Ya les contaré…

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Primero lo primero. Aclaremos que significa la M: Motorsport (Automovilismo). ¡Esa letra lo explica todo! Incluso, la frase del manual para el consumidor que dice: “Antes de manejar en una pista de carreras: Participe en un entrenamiento de manejo de BMW y haga un chequeo completo del vehículo en el centro de servicio”. ¿Hace falta que diga más?

Este renovado vehículo de la Serie M de BMW –disponible en modelo coupé y en modelo convertible, que me tocó para el test– es más estilizado que su predecesor y en términos generales, más amplio, algo que se nota en la cabina y en el maletero de 12,4 pies cúbicos (en el convertible) si no está guardado el techo retráctil y 13 pies cúbicos en el coupé.

Su motor twin-turbo V8 de 4,4 litros reemplaza al previo V10 y sus 560 caballos de fuerza y 500 libras por pie de torsión se sienten cada segundo en que el motor está encendido. La transmisión de siete velocidades, automática/manual vía palancas tras el volante, es la única que se ofrece. ¿De 0-60 mph? 4,2 segundos en el modelo convertible y 4,1 en el coupé. La velocidad tope en ambos modelos está electrónicamente limitada a 155 mph (250 kph).

Cada componente de la suspensión y del chasis del M6 han sido desarrollados usando la extensa experiencia de los ingenieros de carrera de BMW. El resultado es un balance preciso entre la rigidez, la precisión y la flexibilidad necesarias para entenderse con un auto de competencia. Y como dice la propia gente de BMW: “El chasis es más rápido que el motor”, lo que a mi juicio no es exageración para un auto cuyas pruebas de desarrollo y desempeño se realizaron en el circuito de Nürburgring…

En cuanto al consumo la EPA lo ha estimado en 14 millas por galón en la ciudad y 20 millas por galón en la autopista, lo que significa una mejora de 23 por ciento respecto al modelo anterior (convertible).

Mucho más que un look

Visto desde fuera es elegante y al mismo tiempo deportivo, con un diseño que ha tenido en cuenta la proporción y el estilo pero más aún, la aerodinámica, el enfriamiento o la geometría del chasis.

Ciertamente es versátil y usted puede usarlo para llevar los chicos a la escuela, pero si acepta una sugerencia llévelo a un sitio donde pueda –de forma segura- extraerle sus mejores características. La potencia se siente en el volante, en los pedales, en los asientos… Es como una bestia salvaje esperando a ser liberada del cautiverio. Y también se le siente el peso. No es un vehículo ligero –algo que pudiera afectar el performance-, pero las ayudas electrónicas, los modos de conducción y la ingeniería de primera, hacen que el manejo se sienta balanceado. La posibilidad de ajustar la suspensión, la transmisión, la dirección y por lo tanto la respuesta ante lo que uno exige, lo convierten en un vehículo “flexible”, que se adapta a quien lo conduzca.

Llevado al extremo de desempeño deportivo es rápido y agresivo en sus respuestas, ya sea en la aceleración o la frenada pese a que el control de estabilidad y el de tracción desempeñan muy bien su papel.

El BMW M6 versión convertible tiene techo retráctil de lona y el coupé, techo panorámico. Y ya que menciono el techo de lona, les comento que se puede abrir incluso con el auto en movimiento, a una velocidad de hasta 25 mph (40 kph). Toma 19 segundos para abrirlo y 24 para cerrarlo.

El nivel de detalle en la confección y la calidad de los materiales es lo que espera uno en un vehículo de este segmento. Quizás, el único punto débil de la cabina es el espacio en la segunda fila de asientos que con honestidad, no ofrece mayor amplitud a pasajeros adultos.

La oferta estándar incluye llantas de aleación, de 19 pulgadas, espejos retrovisores con calefacción, sensores frontales y posteriores para ayudar a la hora de estacionarse, control de temperatura dual, encendido y apertura sin llave, tapicería de cuero (en el caso de mi vehículo de prueba, butacas rojas). Los asientos de la primera fila ofrecen 16 ajustes posibles incluyendo cuatro para la región lumbar. Además, cuenta con funciones de memoria para las posiciones de manejo –ideal cuando uno comparte el vehículo- y volante telescópico.

En materia de comunicaciones y entretenimiento el BMW M6 cuenta con el sistema iDrive de BMW, sistema de navegación, telefonía manos libres –Bluetooth-, sistema de audio incluidos CD, radio satelital y puertos USB-iPod.

Esta oferta básica puede mejorar con los paquetes opcionales que permiten agregar detalles como un volante con calefacción, el paquete Driver Assitance con monitor de punto ciego y aviso de salida de la línea de conducción, además de cámaras que permiten ver en la pantalla del panel central una imagen del vehículo desde arriba y visualizar los alrededores, algo especialmente útil cuando uno marcha en reversa. También opcionales, las llantas de 20 pulgadas, sistema de audio mejorado, detalles interiores en cuero o madera y asientos frontales con ventilación.

En cuanto a la seguridad, el BMW M6 2013 tiene, como ya mencioné, control de estabilidad y control de tracción, control de apoyo en pendientes, bolsas de aire frontales, para las rodillas del chofer, y sistema de asistencia BMW, entre otros elementos.

El precio arranca en los USD106.100 (coupé) y USD113.100 (convertible).

Si desea saber más sobre este u otros vehículos BMW, por favor visite: www.bmwusa.com


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