A prueba: Chevrolet Camaro 2018

Desde hace un par de años que no me tocaba un Chevrolet Camaro, de modo que me sorprendí gratamente cuando supe que volvería a tenerlo en casa por unos días. Es un vehículo potente, que se siente por donde pasa y que rara vez causa indiferencia. Puede que guste o no, pero la neutralidad de opiniones no es lo suyo.

Aquel Camaro que tuve en 2016 acababa de ser completamente rediseñado. Esta vez, me trajeron un auto que ha recibido algunos retoques, que ofrece nuevos opcionales y que en general, mantiene un aire y un carácter muy similar a ese modelo de hace dos años. De hecho, continúa ofreciéndose en versiones que permiten buena potencia con un motor V6, o que “rugen” con un V8. En el caso de mi vehículo de prueba, fue un Camaro 2SS con motor de 6.2 litros, V8 y con transmisión automática de ocho velocidades.

Es un vehículo al que se le siente el peso y que, sin embargo, se mueve bien entre el tránsito. La dirección es fuerte, sólida y al mismo tiempo responde “puntual” a los comandos. La aceleración de 0-60 mph -aunque depende del modelo y por supuesto del motor- se logra entre 3.9 y 5.1 segundos. La frenada es firme y el pedal de freno responde bien, de forma progresiva, cuando uno quiere detener el auto.

La cabina del Camaro es cómoda, sobre todo en la fila delantera. La segunda fila de asientos, en mi opinión, es adecuada para llevar un niño, o algún paquete, bolso o cartera, pero ofrece muy poco espacio para las piernas de un pasajero adulto. Las butacas delanteras además de amplias ofrecen buen soporte lateral y en líneas generales los materiales son de buena calidad y los acabados, suaves al tacto. Un detalle más sobre el asiento del chofer: Ofrece un buen rango de opciones para ajustes, incluido bajar la silla lo suficiente como para que un pasajero alto encuentre una posición de manejo amable. Ayuda también, el hecho de que el volante sea telescópico.

La suspensión absorbe bien las irregularidades del camino, pero no voy a engañarlos: Es más dura de lo que seguramente usted encontrará en un sedan de lujo… Y esto lo menciono con ánimo de ubicarnos en el segmento. A veces, hay expectativas que no se cumplen y no es culpa del auto, sino de nosotros. El Camaro, con suspensión adaptativa, permite sentir la superficie sobre la que uno rueda y ESE, es precisamente parte de su encanto. Lo mismo vale para el sonido del motor. Forma parte del paisaje y si uno ama a este musculoso, ¡le da la bienvenida!

No hay muchos espacios para apoyar el teléfono o las llaves, o incluso, donde guardar objetos. En este sentido me gustaría contar con áreas adicionales o incluso -como en el caso de la zona central entre las butacas delanteras- con más lugar. La “cajuelita” que está allí es mínima y ojalá en algún modelo futuro consideren aprovechar ese espacio de manera más práctica. En el caso de mi prueba tuve un convertible, lo que significa que también el área de carga era reducida.

Todo lo que tiene que ver con la integración de sistemas de entretenimiento, información y navegación, funcionó muy bien en mi auto de prueba. El sistema Chevy MyLink es fácil de operar y permite centralizar prácticamente todas las operaciones en la pantalla táctil. El Camaro cuenta con Apple CarPlay, Android Auto y tecnología Bluetooth.

La visibilidad depende de su posición de manejo, pero incluso en el mejor escenario, pudiera ser limitada al usar el espejo retrovisor interno. Por suerte, los laterales externos son excelente complemento, y sistemas como la cámara posterior -que es estándar– ayudan a que todo fluya. En el caso de mi auto para la prueba, sistemas como alerta de tráfico en punto ciego o de tráfico posterior cruzado, estaban incorporados. Sin embargo, no están presentes en todos los modelos.

El Chevrolet Camaro 2018 está disponible en versiones cupé y convertible, y los modelos disponibles son: 1LS, 1LT, 2LT, 1SS, 2SS y ZL1. Las opciones de motor y los niveles de equipamiento, varían dependiendo de los numero 1 y 2.

Los modelos básicos, LS y LT, cuentan, estándar, con un motor turbo de 2.0 litros y cuatro cilindros, aunque pudiera optar por un V6 de 3.6 litros que entrega 335 caballos de fuerza y 284 libras por pie de torsión. En los niveles 1LS y 2LT, la transmisión estándar es manual de seis velocidades y la automática, de ocho, opcional.

El modelo 1LS calza llantas de 18 pulgadas, ofrece acceso y encendido sin llave, volante forrado en cuero, ajustes electrónicos para los asientos delanteros, conexión 4G LTE WiFi, pantalla táctil de siete pulgadas, modos de manejo, integración Apple CarPlay y Android Auto, sistema de audio con seis parlantes -existe la opción de sistema Bose con nueve cornetas- y radio satelital. El 1 LT, suma a esa oferta, las palanquitas tras el volante para una sensación mas deportiva al manejar, y encendido remoto.

El modelo 2LT, continúa sumando comodidades gracias a la tapicería en cuero, asientos delanteros con ventilación y calefacción, control dual de temperatura en cabina, y gracias a elementos opcionales, sensores posteriores, memoria para las posiciones de manejo, calefacción en el volante, carga inalámbrica para el teléfono inteligente y sistema de alerta de tráfico en punto ciego.

A ese modelo le sigue el 1SS, que cambia al motor V8 de 6.2 litros que brinda 455 caballos de fuerza y 455 libras por pie de torsión. Sus llantas son de 20 pulgadas y al mirarlas sobresalen los frenos Brembo. También en este caso, la transmisión manual de seis velocidades es estándar y la automática de ocho marchas, opcional. Su aspecto externo es más deportivo que otros modelos (si es que eso es posible) e incluso cuenta con un modo de manejo llamado Track, ideal para usarlo en circuito de carreras… (o para imaginar que uno está en una carrera).

El 2SS también tiene un corazón V8 de 6.2 litros, cuenta con todos los beneficios del 2LT y se distingue por toques internos de diseño que le confieren carácter distintivo. Además, puede llevar paquetes opcionales como el Performance, el Convenience o el Lighting.

En el caso del motor del ZL1 también encontramos un V8 de 6,2 litros, pero supercargado con lo cual tanto los caballos de fuerza como el torque llegan a 650. En este caso, la transmisión opcional es la automática de 10 velocidades y el paquete opcional que le recomiendo chequear, el Extreme Track Performance con llantas de aluminio de 19 pulgadas, neumáticos más anchos, suspensión adaptada para competencia y alerón posterior.

Cuando hablamos de Camaro, hay que tener siempre presente que las opciones son muchas. Vaya al concesionario con tiempo, con ganas de preguntar, de observar y de tomar la decisión que en definitiva sea la mejor para que tenga ese deportivo musculoso que usted quiere disfrutar.

El precio del Camaro arranca en USD25.905 y el precio del modelo para la prueba, incluyendo opcionales, llegaba a los USD52.820.

Si desea más información sobre este u otros vehículos de Chevrolet, por favor visite: Chevrolet.

 

 


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