Potencia, elegancia, lujo, ADN de competencia… No es fácil encontrarlo todo en un solo vehículo. Sin embargo, si usted está dispuesto a probar, le recomiendo que no deje visitar un concesionario BMW para sentir de cerca lo que el M5 2018 tiene para ofrecerle en su sexta generación.
Es además, un vehículo divertido para manejar, que se deja llevar y que responde a los comandos con milimétrica perfección y con una velocidad que solo encuentra uno en un coche cuya herencia deriva de las pistas de carreras. De hecho, tenga en cuenta que este vehículo fue desarrollado y probado en uno de los circuitos mas desafiantes del mundo (¡sino, el que más!): Nürburgring, en Alemania. Y ya que menciono esto, no deje de manejarlo en modos Sport o Sport Plus… (asegúrese primero que la zona permite las velocidades a las que llegará), o en modo Dynamic, si lo que busca es una sensación más bien derivada de la dirección… Es a su gusto…
El diseño externo ha sido optimizado aerodinámicamente y tanto los difusores como el alerón trasero tienen un rol significativo en la experiencia de manejo, sobre todo, cuando se le extrae la potencia que el M5 puede ofrecer.
La aceleración, la frenada, la suspensión… todo brinda la impresión de estar sentado al volante de un auto de competencia. Hay que notar que el modelo 2018 es más ligero que su predecesor y parte del cambio al volante -antes se sentía más pesado- viene por ahí. Además, la suspensión y la dirección han sido revisadas y todo el conjunto logra que el manejo sea simplemente una delicia.
El lujo, los detalles en los acabados, la tecnología y la comodidad, nos recuerdan que es un auto urbano, listo para las aventuras de la ciudad y para alguno que otro viajecito de esos que permiten desarrollar la potencia del motor, mientras disfrutamos de la carretera.
Pese a que el BMW M5, que es un sedán deportivo de cuatro puertas, se ofrece en un modelo único, usted podrá elegir entre dos paquetes: Driving Assistance Plus y Executive.
Bajo el capó lleva un potente twin-turbo V8 de 4,4 litros, que entrega 600 caballos de fuerza (40 más que el modelo anterior) y que genera 553 libras por pie de torsión (53 más que el modelo anterior). La transmisión es automática, con marchas (palanquitas) tras el volante –M Steptronic / Drivelogic-, de ocho velocidades y que ofrece la posibilidad de 2WD o 4WD.
La cabina -como es de esperarse- incorpora materiales de excelente calidad y los acabados son de primera. No hay un detalle dejado al azar o un elemento que se les haya pasado por alto al integrar, a través del diseño, cada componente. Y hay que decirlo, el conductor del auto ha estado en el pensamiento de quienes crearon este auto.
La distribución del espacio y la incorporación de esos lugares donde apoyar una botella, colocar el móvil o las llaves, también se ha optimizado y en esta cabina encontrará todo lo que se espera de un BMW. Por cierto, las butacas posteriores son abatibles 40/20/40. En un sedán, ese espacio extra de carga es siempre bienvenido.
¿De 0 a 60 mph? 3,2 segundos. ¿La velocidad tope? 189 mph con el M Driver.
Los controles para ajustes de motor, transmisión, suspensión, me costaron un poquito más y necesité la ayuda del manual. Imagino que en parte, porque no estoy familiarizada con ellos. La buena noticia es que una vez que se hacen los ajusten adecuándolos a lo que uno desea, pueden salvarse y los selectores rojos en el volante, M1 y M2, son muy accesibles con lo que no hay que invertir tiempo adicional en configuraciones.
Las llantas son de 19 pulgadas -rines en tonos opcionales, negro o negro pulido-, la butaca del conductor tiene 20 ajustes posibles con lo que se multiplican las posibilidades de encontrar una posición de manejo ideal, calefacción en la primera fila de asientos y en el volante, suspensión adaptativa, luces LED frontales adaptativas, pantalla táctil de 10,2 pulgadas, maletero que abre y cierra con el toque de un botón, sistema de audio Harman Kardon con 16 parlantes, sensores frontales y posteriores, y sistemas de alerta de trafico en punto ciego y de desviación de la línea de manejo y de mitigación de impacto en caso de colisión frontal inminente.
El paquete de opciones Driving Assistance Plus le permitirá acceder a otros implementos en materia de comodidad, tecnología y seguridad. Por ejemplo, tendrá a su disposición el alerta de tráfico cruzado frontal y posterior y control velocidad crucero adaptativo, mientras que el paquete Executive, incorpora lujos como butacas delanteras con masajeador, calefacción en la segunda fila de asientos, recarga inalámbrica para el teléfono móvil inteligente, cierre suave para las puertas, cámara de 360 grados y sistema para estacionamiento automático entre otros elementos que puede que no sean imprescindibles pero que, con honestidad, nos hacen la vida más grata.
Otras opciones disponibles son las llantas de 20 pulgadas, frenos de carbón-cerámica, Apple CarPlay (extrañamente no es estándar), sistema de entretenimiento para la segunda fila de asientos, techo panorámico y sistema de audio Bowers & Wilkins de 16 parlantes.
Sin duda, un deportivo de alta gama, que eleva el juego en un segmento en el que el desempeño es la clave.
El precio del BMW M5 2018 arranca en los USD102.700 y el modelo que tuve para la prueba, incluyendo opcionales, valía USD 129.795.
Si desea información sobre este u otros modelos de BMW, por favor visite: BMW USA

































Deja una respuesta