Hace poco y quién sabe cómo, en una salida casual con amigas acabamos hablando de autos. No pasó mucho tiempo antes de que una de ellas mencionara las MiniVan y antes que las que tienen niños emitieran un suspiro y luego agregaran: “Es una lástima que cada vez haya menos en el mercado”. Rápida como un rayo, mi amiga Alicia dijo: “Habrá pocas, pero como la Sienna de Toyota, ninguna”. La sentencia fue seguida con voces de aprobación por el resto… Una semana después de haber escuchado la discusión que siguió sobre este vehículo, lo tuve en mis manos para una prueba que duró unos días. Y la verdad, ninguno de los elogios que le prodigaron, sobra. Se los merece todos.
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Ya en su tercera generación, la Sienna ha perdido el motor de cuatro cilindros que ciertamente brindaba un desplazamiento cómodo, pero que no puede compararse con el actual V6 de 3.5 litros (266 caballos de fuerza y 255 libras por pie de torsión) que con una caja automática de seis marchas, sigue brindando confort en el manejo, más potencia y números de consumo de combustible muy interesantes para este tipo de vehículo: 18 millas por galón en la ciudad y 25 en la carretera.
Si a esto le sumamos el espacio para siete u ocho pasajeros (dependiendo del modelo), la versatilidad en materia de espacio para carga, la comodidad que brindan las butacas y la conveniencia de las dos puertas deslizantes a los costados del vehículo, más detalles de lujo en la cabina y un sistema de entretenimiento e información bien sincronizado y siempre útil, no podemos sino llegar a la conclusión de que este es un vehículo que no se puede ni se debe descartar cuando exploramos este segmento.
Mi primer encuentro con la Toyota Sienna fue de frente y debo confesar que la primera impresión fue: “Es grande y luce amable”. Creo que tuvo que ver con la parrilla frontal, que da la impresión de que el vehículo esbozara una gran sonrisa… el asunto es que no me equivoqué en la apreciación. Su aspecto es agradable. Ya no quedan aquellos ángulos pronunciados de las MiniVan del pasado. La línea de la Sienna fluye como un continuo armonioso desde adelante hasta la parte trasera.
Lo que desde afuera percibí como “grande”, por dentro se convirtió en “espacioso”. La calidad de los materiales me impresionó positivamente… ya fuese por el tapizado de los asientos, o por los detalles en imitación de madera, bien logrados y distribuidos con gusto y propiedad.
La pantalla táctil –ese punto donde confluyen las comunicaciones, la información y el entretenimiento- fue fácil de navegar. Lo mismo vale decir para la instalación del teléfono celular –y la capacidad de usar el manos libres- que se resumió a un proceso amigable y sencillo. Para los pasajeros en las filas posteriores, había además un sistema de entretenimiento con pantalla dividida de modo que mientras unos veían una película, otros podían usar vídeo juegos.
Si bien las versiones que cuentan con butacas estilo capitán en la segunda fila brindan fácil acceso a la tercera línea de asientos, se resta la posibilidad de llevar un octavo pasajero. En mi versión para prueba, las butacas de la segunda fila se podían reclinar y sinceramente, daba la sensación de estar en una comodísima butaca en casa. En materia de espacio para carga, desplazando los asientos de la segunda fila hacia delante y “escondiendo” las de la tercera fila, el área alcanza 150 pies cúbicos.
Por supuesto, la Toyota Sienna se ofrece en distintas versiones: L, LE, SE, LXE (la que tuve en la prueba) y Limited. Como mencioné anteriormente, la posibilidad de llevar a siete u ocho pasajeros depende del modelo. En el caso de la SE, es sólo para ocho pasajeros, mientras que la Limited es sólo para siete y las versiones LE y XLE pueden ser para siete u ocho, dependiendo de los deseos del comprador.
Cada versión va incorporando opciones respecto a la anterior y se va elevando el número de accesorios y amenidades.
El modelo L calza llantas de aleación de 17 pulgadas, cuenta –estándar- con controles de temperatura en las tres filas de asientos, tiene volante telescópico, sistema de audio con cuatro parlantes y capacidad para CD, entre otros elementos.
Sigue en la escala el modelo LE, que incorpora espejos exteriores con calefacción, controles de audio instalados en el volante, posibilidad de carga en el techo gracias a los rieles allí instalados, mayor número de ajustes para la butaca del conductor y del acompañante, y un sistema de audio con dos parlantes adicionales y la posibilidad de incorporar radio satelital, además de conexión para equipos USB.
De la LE pasamos a la SE, que lleva llantas de 19 pulgadas y presenta un estilo que algunos calificarían como más agresivo aunque en lo personal prefiero llamarlo, deportivo. El cambio es obvio al mirar la Toyota Sienna de frente, donde la toma de aire es mayor y se aprecian claramente las luces antiniebla. Al volante, se le nota el cambio en la suspensión y la dirección.
El modelo que tuve para la prueba, el XLE con tracción en las cuatro ruedas, tenía además techo panorámico, tapicería en cuero, calefacción en los asientos frontales y detector de vehículo en punto ciego.
El modelo Limited, con sus llantas de 18 pulgadas, una parrilla frontal satinada, y asientos a dos tonos, da una impresión mucho más lujosa. En este Sienna el techo panorámico es doble y se suman los sensores frontales y posteriores para ayuda al estacionarse. En este nivel, encontrarán también un sistema de audio con 10 parlantes.
Obviamente, este es un breve paseo por cada nivel, pero a esto pueden sumar elementos de su gusto y preferencia echando mano de los paquetes opcionales.
En materia de seguridad, la Toyota Sienna cuenta estándar y como ya es casi habitual, con frenos a disco antibloqueo, control de estabilidad, control de tracción, bolsas de aire frontales –incluidas las que protegen las rodillas del conductor en caso de impacto-, bolsas de aire laterales tipo cortina, apoya cabeza dinámicos. El modelo XLE que manejé tenía también: Sistema electrónico de distribución de fuerza en la frenada, anclajes para las sillas de los niños, cerraduras especiales en las puertas laterales para que los niños no puedan abrirlas, alerta de tráfico atravesado posterior, encendido remoto de luz interior en el vehículo.
En pruebas de seguridad del gobierno, la Toyota Sienna recibió cuatro de cinco estrellas posibles en evaluación general, tres, en protección general frontal y cinco en protección en impactos laterales. En las pruebas del Insurance Institute for Highway Safety, obtuvo la calificación “Good” (Bueno), en impactos frontales, laterales y fortaleza del techo.
El precio de la Toyota Sienna arranca en USD26.920 y el precio de la que tuvimos durante la prueba, incluyendo opcionales, era de USD36.560.
Si desea saber más sobre este u otros modelos de Toyota, por favor visite: www.toyota.com
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