Cada miércoles es una fiesta. Temprano por la mañana recibo el llamado que me cuenta qué auto me traerán para la semana. Y cada vez, siento una transitoria tristeza por tener que despedirme del que se va. Es casi como una nostalgia que se acurruca en mi corazón y dura hasta que veo el siguiente vehículo que llega a mi vida. Y entonces, generalmente, se aplica aquella frase que decían en mi pueblo: “Cuando hay santo nuevo, el viejo no hace milagros”.
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Pero hace poco tuve un auto que se fue y dejó un vacío que no he logrado llenar. Lo pienso con frecuencia. Creo que sufro de mal de amores…
Confieso además que estuve a punto de inventar alguna excusa para no entregarlo. Un día más, un día más….
Y es que el Volvo V60 me cautivó. Ciertamente me gustó su línea en cuanto lo vi. Me pareció atractivo…Incluso, sexy. Quizás contribuía el hecho de que era rojo… Es un Wagon, aplicando terminología adecuada al modelo. Un vehículo de tamaño mediano cuya línea quedaría entre el más pequeño V50 y el ya descontinuado V70…
El amor a primera vista con los autos ya lo conozco. Y no siempre lo que uno ve de entrada se corresponde con la sensación de manejo… Ahhh, pero no es ese el caso con el V60. Su desempeño, su diseño, su tecnología, consumo, seguridad y lo divertido que me resultó al manejarlo, hizo que rápidamente me sedujera la idea de hacer mil cosas para las cuales necesitaba el auto. Lo que fuera por manejarlo un poquito más…
Lo sé. Debo resultar exagerada. Pero las sensaciones de manejo son así, como el amor. A veces –generalmente- inexplicables. Se siente y ya.
Su motor Drive-E turbocargado de 2.0 litros, cuatro cilindros, responde de forma impecable en la aceleración y pese a esto, el consumo se ubica en las 29 millas por galón combinadas. Más delicioso aún, si se decide uno por el paquete de opciones deportivas, que agrega sabor a la vida de quien conduce. Acelera con propiedad y sin dudas. Su caja de ocho marchas es casi imperceptible y su dirección de desliza en la curvas siguiendo la ruta con precisión. Es un wagon, sí, pero uno hecho solo para cargar las compras del supermercado. Y se siente en su balance, sobre todo, al doblar. Más aun, cuando uno toma una de “esas” curvas un poco más divertidas… Ya sabrán a lo que me refiero…
Las butacas son cómodas y ofrecen buen soporte, incluso las que tenía mi vehículo de prueba, consideradas deportivas, y que suelen ser un poco más rígidas. Es probable que un adulto de contextura grande necesite un poco más de espacio en la segunda fila de asientos, pero para alguien de contextura mediana o un niño, el espacio es suficiente para viajes no tremendamente largos. Y en materia de espacio en el maletero, si se abaten los asientos de la segundo fila, podrán encontrar casi 44 pies cúbicos de espacio.
La cabina está diseñada con buen gusto y buenos materiales. No hay ostentaciones innecesarias y los detalles simples crean un buen ambiente.
Me gustó por ejemplo, que en la consola central hay botones y perillas. Puede que hoy parezcan “vieja escuela”, pero siento que me ayudan mientras manejo. A diferencia de algunos sistemas extremadamente sensibles al tacto, este formato me permite mantener la atención en la carretera.
El Volvo V60 2015 tiene tres niveles: T5 Drive-E, T5AWD y T6 AWD R-Design, que a su vez se subdividen en Premier, Premier Plus y Platinum.
En su versión base, el Volvo V60 tiene llantas de aleación de 17 pulgadas, luces LED, techo panorámico, luces anti niebla tanto frontales como posteriores, volante telescópico forrado en cuero, telefonía manos libres, sistema de audio con ocho parlantes, CD, conexión USB/iPod, conexión auxiliar para audio y posibilidad de radio satelital y de alta definición.
Los rieles en el techo, tapicería de cuero, cámara posterior, espejos retrovisores retractiles o sistema de navegación son elementos que pueden encontrar en los paquetes que ofrecen las subdivisiones de nieveles.
Las opciones, habiendo tantas posibilidades de niveles y subniveles, son amplias y mi recomendación es que pregunte en el concesionario los detalles de cada una. Sin embargo, vaya sabiendo que puede encontrar –entre otras cosas- asientos delanteros y posteriores climatizados, volante climatizado, alertas en materia de seguridad, sistema de detección de peatones o bicicletas, alerta de tráfico en punto ciego, llantas de 18 o 19 pulgadas, sistema de navegación y hasta cámara frontal para apoyo en maniobras de estacionamiento.
La motorización varía dependiendo del modelo. Así, el T5 Drive-E cuenta con un motor turbo, 2.0 litros y cuatro cilindros que entrega 240 caballos de fuerza y 258 libras por pie de torsión y brinda unas 25 millas por galon en la ciudad y 37 en la autopista. Su transmisión es automática, de ocho marchas y se ofrece solo FWD. El T5 AWD también tiene un motor turbo, pero de 2,5 litros y cinco cilindros, que entrega 250 caballos de fuerza y 266 libras por pie de torsión. En términos de consumo, sus numeritos son 20/29 mpg y tiene una transnision automática de seis marchas. El T6 AWD R-Design también tiene un motor turbo, de 3.0 litros y seis cilindros, que brinda 325 caballos de fuerza y 354 libra por pie de torsión. La caja automática de seis marchas, es estándar y su consumo se ubica en las 19/28 mpg.
Tratándose de Volvo, en materia de seguridad pueden esperar buenas noticias. Entre los elementos estándar se incluyen los frenos antibloqueo, control de estabilidad y tracción, bolsas de aire frontales –incluyendo protección en el área de las rodillas-, y laterales tipo cortina. También podrán contar con apoya cabezas activos y sistema de asistencia de frenado para previsión de accidentes, o para minimizar los danos en caso de que ocurran.
De todos modos, si desea más implementos de seguridad, puede contar con ellos. Por ejemplo, sistema de alerta de colisión frontal inminente, sistema de aviso al salirse de la línea de manejo, alerta de vehículo en punto ciego, alerta de trafico posterior cruzado.
Si quieren saber más sobre este u otros vehículos de Volvo, los invito a que visiten: www.volvocars.com o uno de sus concesionarios. ¡No se arrepentirán!
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