Hay vehículos que me hacen sentir en un hotel cinco estrellas. Entrar en su cabina es como ingresar en una lujosa habitación en la que las texturas, los colores y los aromas confabulan para que uno tenga una experiencia de primera. Y así me ocurrió cuando tuve la oportunidad de manejar el BMW M760i 2017.
Tal como lo indican sus siglas, se trata de un auto de la Serie 7, que integra derivados de la Serie “M” (Si, M de Motorsports) y cuyo “60” nos permite entender que bajo el capó hay un maravilloso V12, de 6,6 litros, cargado de potencia, de sonido, de pasión por la velocidad que puede ir de 0 a 60 mph en apenas 3,7 segundos, y que entrega 601 caballos de fuerza y 590 libras por pie de torsión. Nada mal cuando entendemos que es un vehículo que supera las cinco mil libras.
Ciertamente, no es ligero como una pluma. Tiene personalidad, se siente sólido…pero no por eso, pesado. Se conduce con una suavidad que contrasta con sus libras y que es en buena medida, producto de la más alta tecnología, incluyendo innovaciones derivadas del mundo del automovilismo. Acelera progresiva y suavemente y gracias a una transmisión de ocho velocidades, el incremento en las marchas es una transición sin sobresaltos.
En cada curva responde con la propiedad que tendría un campeón en las pistas de carrera. Y es importante resaltarlo porque a riesgo de sonar repetitiva, estamos hablando de un auto que tiene su peso y tamaño, que podría titubear en la trayectoria, que no está fabricado con materiales ultraligeros como los autos de carrera y que pese a todo eso, se comporta como si lo fuera. La distribución del peso es óptima y el sistema Rear-Wheel Drive, es importante en este sentido.
La cabina es muy silenciosa e impresionantemente cómoda. Los materiales son de excelente calidad y cada superficie, suave al tacto, invita al relax. El aroma del cuero y los detalles en madera, los acabados pespunteados en la tapicería, los controles metalizados, solo contribuyen a incrementar la sensación de lujo. Por otra parte, las butacas reclinables, el reposapiés con ajuste electrónico, las mesitas estilo avión que tan bien sirven al colocar un Tablet, una computadora portátil o incluso, algún snack… y si eso no es poco para relajarse… use las funciones de masaje en las butacas… ¡creo que no se puede pedir mucho más!
Impecable también el sistema BMW iDrive, una especie de “ratón” (mousse) que permite desplazarse por el menú de control de distintas funciones con facilidad.
El modelo que tuve para la prueba tenía llantas de aleación de 20 pulgadas, transmisión automática deportiva, sistema para abrir remotamente la puerta del estacionamiento, cuatro puntos de control de temperatura distribuidos en la cabina, luz ambiental, parasol trasero, techo panorámico, asientos frontales con ventilación, compatibilidad con Apple Car Play, hotspot de WiFi, sistema de navegación, sistema de audio Harman Kardon, radio satelital y sistema de asistencia para maniobras de estacionamiento.
En cuanto al consumo de combustible, rendía 13 millas por galón en la ciudad y 20 millas por galón en la carretera.
El precio del BMW Serie 7 arranca en los USD83.100, y el modelo M760i que tuve para la prueba, incluyendo opcionales, llegaba a los USD 171.895.
Si desea más información sobre este u otros modelos de BMW, por favor visite: BMW USA.
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