Es como una danza. Recibo un auto y entrego otro. Y generalmente la tristeza de ver como uno se va, es reemplazada inmediatamente por la alegría de ver un nuevo modelo que llega… Excepto… Excepto en esas pequeñas ocasiones en las que quiero encontrar una excusa para que me dejen un vehículo “un poquito más”. No me pasa con frecuencia, pero me volvió a ocurrir con el Chevrolet Bolt, un pequeño gigante totalmente eléctrico que me conquistó.

He probado otros modelos EV. Este, fue diferente. ¿Qué lo diferencia del resto? Pues diría que en principio su relación costo/rango de manejo completamente cargado. El Chevrolet Bolt es un vehículo de bajo costo comparado con otros en su segmento -por debajo de los USD30.000 aplicando incentivos fiscales- que puede recorrer 238 millas con una carga completa, según cálculos de la EPA, y que por si fuera poco, es divertido en el manejo.

Pero voy más allá…

De este auto me encanto que no por ser eléctrico han intentado “vendérmelo” como un vehículo futurista. ¿Por qué digo esto? Porque en algunos otros modelos me he encontrado con tanto diseño para diferenciarlos como “el auto del futuro”, que acaban siendo poco prácticos. Del Chevrolet Bolt me gustó que es un auto, con comodidades de auto y cosas de auto que son necesarias en mi vida diaria… y que van desde el espacio en las dos filas de asientos, hasta el espacio en el área de carga -16,9 pies cúbicos que pueden extenderse abatiendo las butacas de la segunda fila hasta llegar a 56,6 pies cúbicos-, pasando por las áreas para colocar las llaves, la botella de agua, el celular (con recarga inalámbrica) y la cartera… Y no lo digo a la ligera. Lo digo convencida de que a veces por sorprendernos con novedades, los diseños acaban siendo hermosos y poco funcionales… y a mí, un auto me tiene que servir, primero como lo que es, y luego, como objeto de arte (que lo dice alguien que cree que cada auto es una joya y casi cada modelo merecería ser pieza de museo de diseño…)

Su motor eléctrico genera 200 caballos de fuerza y si no fuese por la ausencia de ruido, me atrevería a asegurar que uno pudiera olvidar que conduce un vehículo eléctrico. La aceleración es más paulatina que en otros modelos del segmento y me pareció más cercana a lo que estamos acostumbrados con autos de combustible fósil. Lo mismo puedo decir de la dirección y de los frenos. Otro aspecto que me gustó es lo estable que se siente, incluso en carreteras más bien sinuosas. Obviamente, la distribución de peso y la ubicación de la batería en la parte baja del piso, son responsables por este aspecto.

Las butacas ofrecen buen soporte y en la personal, pude hacer los ajustes necesarios para que mi posición de manejo fuese muy cómoda. La suspensión cumple bien con su trabajo y va absorbiendo las imperfecciones de la ruta con suavidad, ¡siempre que obviamente, no pretendamos convertir este vehículo en un todo terreno!.

Los materiales, sin ser lujosos, son de buena calidad, aunque en algunas piezas plásticas pudiera haber espacio para mejorar. La forma en la que están distribuidos los controles también me gustó y no había nada que me resultara “ajeno”. Cada pieza cumplía su función, era de uso más bien intuitivo y hasta conectar el teléfono fue un paseo (no puedo decir lo mismo de todos los vehículos que manejo).

El acceso al vehículo tanto en la primera como en la segunda fila, es amable. Las puertas dejan una apertura generosa y las butacas están a una altura adecuada (hay vehículos en los que al sentarse uno siente que se ha caído a un pozo…). Incluso, me atrevería a decir que la posición de manejo es más bien alta, con lo que a veces me daba la sensación de estar en un pequeño SUV…aunque no fuera el caso.

Otro aspecto que me gustó fue la visibilidad, que tanto hacia adelante como hacia los costados o hacia atrás, es amplia y en la que los pilares del vehículo no obstaculizaban la visual.

En el Chevrolet Bolt que probé había un total de cuatro puertos USB, dos en cada fila de asientos. Me pareció un lujo… y muy necesario en esta era de conexiones en la que vivimos. Y por cierto, valga mencionar que si usted no quiere o no puede usar Apple CarPlay o Android Auto, bien puede conectar su teléfono móvil con tecnología Bluetooth.

Este hatchback de cuatro puertas, para cinco pasajeros, se ofrece en dos niveles: LT y Premier.

El modelo LT cuenta con llantas de aleación de 17 pulgadas, luces xenón y LED, acceso y encendido sin llave, cámara posterior, butacas abatibles en la segunda fila (60/40), pantalla táctil inclinada -que da a mi juicio una visual perfecta- de 10.2 pulgadas, tapicería en tela, sistema OnStar como es propio de la marca Chevrolet, Apple CarPlay y Android Auto, dos puertos USB y sistema de audio con seis parlantes.

Dependiendo del paquete de opciones que usted elija, podrá contar también calefacción en las butacas delanteras y el volante, sistema de alerta de tráfico en punto ciego, sistema de alerta de trafico posterior cruzado y sistema de sensores traseros, ideales para ayudarnos en maniobras de estacionamiento.

El modelo Premier suma a la oferta ya mencionada -todo sería estándar-, los rieles de carga en el techo, tapicería en cuero, asientos traseros con calefacción, luz interior ambiental, cámara con ángulo de visión cenital y entre las opciones se encuentran un sistema de entretenimiento/información más avanzado, un sistema de audio Bose con siete parlantes, dos USB en la segunda fila de asientos y recarga inalámbrica para los teléfonos móviles inteligentes. También opcional, el sistema de alerta y mitigación de impacto frontal inminente, sistema de alerta para cuando uno se desvía en el canal de conducción y sistema de intervención para corregirlo.

Para la recarga de las baterías, hay tres opciones. La primera, el enchufe común y corriente que tenemos en casa. No es la forma más rápida, pero llegado el caso, es práctica. Luego, el cargador de 240 voltios, que carga la batería en unas nueve horas y por último, el cargador  DC Fast Charger, que le dará unas 90 millas de carga en 30 minutos. Este último, tiene un costo adicional y solo se puede usar en puntos de recarga establecidos. Si comprase este vehículo, invertiría en este tipo de cargador. Cada día hay más puntos para recargar y eso multiplica las posibilidades de viajar por carretera con el Chevrolet Bolt.

El precio del Chevrolet Bolt arranca en los USD36.620. Cuando visite el concesionario para probar el Bolt, pregunte por el incentivo fiscal de USD7.500 que pudiera aplicar y dejar el costo por debajo de los 30 mil dólares (En Estados Unidos).


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