Hace tiempo les comentaba que cada vez que recibo un vehículo para prueba trato de identificarlo con tres palabras o frases cortas que lo definan. Al término de la prueba, contrasto esas palabras con otras que hayan surgido durante nuestro tiempo juntos, y eso me ayuda a –de algún modo bastante informal- categorizarlo. De ningún modo es un ejercicio científico, pero me ofrece una guía. Hay palabras que concuerdan al inicio y final de cada prueba y otras que se modifican para bien o para mal…
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En el caso del Chrysler 200 Convertible Limited 2013, mis referencias iniciales fueron: Sexy, con buen motor y divertido de manejar. Al entregarlo, todos esos atributos continuaban en mi lista.
Su línea externa está bien representada por la palabra sexy. Es un imán para las miradas. No pasa desapercibido y sus curvas bien pueden provocar sueños de una escapadita de fin de semana.
Para la prueba me entregaron la versión convertible-en la que enfocaré mis comentarios- pero este vehículo también lo encontrarán en versión sedán. Pese a ser un vehículo relativamente pequeño, dispone de buen espacio en el maletero e incluso al compararlo con su competencia en el segmento, sale bien plantado.
Ese espacio que se adivina desde afuera, queda claro al ingresar en su cabina, bastante amplia. La primera fila es definitivamente cómoda y en la segunda viajaron mis pasajeros (el mayor 5’6’’) sin mayores inconvenientes.
Este es uno de esos vehículos en los que resalta la atención al detalle. Los materiales son de muy buena calidad y en general, la cabina ofrece un ambiente plácido y sereno. El techo de este convertible puede elegirse en versión suave, de lona, o un poco más elevado en costo, duro plegable. Cualquiera sea la alternativa por la que usted se decida, podrá plegarlo en unos 30 segundos.
Su desempeño en la calle es sólido, sin titubeos, con buena potencia cuando se le exige y con el pie sobre el acelerador no pierde compostura.
El Chrysler 200 Convertible Limited que me tocó para la prueba tenía motor V6 de 3,6 litros, pero existe también una versión de 2,4 litros y cuatro cilindros.
El modelo sedán se ofrece en versiones LX, Touring y Limited, mientras que el convertible está disponible en las versiones Touring, Limited y S (Sport).
Los modelos LX y Touring ofrecen, estándar, el motor de cuatro cilindros, 2,4 litros y una transmisión de cuatro marchas, aunque existe la opción de seis en el LX.
El Chrysler 200 Convertible de nuestra prueba contaba llantas de aluminio pulido de 18 pulgadas, doble escape cromado, aire acondicionado con control de temperatura, seis ajustes posibles para la butaca del conductor y del pasajero, asientos frontales con calefacción, pantalla central táctil de 6.5 pulgadas, volante telescópico forrado en cuero, equipo de audio Boston Acoustics, radio satelital, DVD/CD/MP3, conexión para puerto USB, sistema de navegación, controles de audio montados en el volante entre otros elementos que convertían cada salida, en un delicioso paseo.
En materia de seguridad, el Chrysler 200 2013 cuenta, estándar, con frenos antibloqueo, control de estabilidad y control de tracción, apoya cabezas activos y bolsas de aire frontales.Bolsas de aire frontales y laterales montadas en los asientos, sistema de anclaje para las sillas de los niños, control de monitoreo de la presión en los neumáticos, entre otros elementos.
El Insurance Institute for Highway Safety otorgó al Chrysler 200 la mejor evaluación posible conocida como Good (Bueno) en pruebas de choque frontal –aplicable también al convertible-, laterales y en pruebas de resistencia del techo, en caso de volcamientos.
El precio del Chrysler 200 arranca en los: USD27.525 y el modelo que tuvimos para la prueba, con paquetes opcionales, llegaba a los USD32.320.
Si desea saber más sobre este u otros vehículos de Chrysler, por favor visite: www.chrysler.com
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