Tal como me pasó la primera vez que anduvo por casa, el FIAT 500 volvió a arrancarme sonrisas. De esas que salen desde el alma. Me gustó el primero que me trajeron, hace ya unos años, y me gustó lo que encontré en esta ocasión.
No sé si a usted le ocurra, pero con frecuencia, cuando uno pasa por un estacionamiento, hay bastante similitud entre colores y modelos… A lo mejor por eso me gusta, cada tanto, ver un vehículo diferente –ya sea en versión cabrio o hatchback– y este FIAT cumple con eso, sin dejar de mencionar que su tamaño permite encontrar lugar hasta en el más pequeño espacio en los estacionamientos de la ciudad.
Por otra parte el selector del modo Sport, nos permite contar con una respuesta un poco más “deportiva”, más precisa y con una suspensión algo más dura, de forma que hay opciones dependiendo de gustos y preferencias.
Si bien por fuera sigue manteniendo su estilo distintivo, por dentro encontré varias novedades. La más obvia, el panel frontal, que ha sido retocado y a mi juicio, mejorado. La pantalla es más amplia y los controles, están al alcance de la mano. Los controles para seleccionar emisoras de radio y para modificar el volumen no son la tradicional perilla sino, botoncitos. Y aunque no le van a todo el mundo, a mí me resultaron bien.
Como en todo, y porque el gusto es un asunto subjetivo, a uno puede o no, agradarle el diseño interior… y en lo personal, debo decir que me gusta ese aire casi minimalista, la posibilidad de apoya vasos a la mano y la funcionalidad de más de un puerto USB.
Las butacas en la primera fila me parecieron cómodas, pero no dejo de reconocer que en la segunda el espacio puede ser más bien reducido para algunos adultos.
En cuanto al espacio en el maletero, la versión hatchback tiene 9,5 pies cúbicos, y 5,4 en el convertible, aunque abatiendo los asientos traseros se puede llegar a 23,4 pies cúbicos. A tener en cuenta, al abrir la portezuela del maletero puede llegar a ser un desafío introducir algunos paquetes o maletas de gran tamaño.
El FIAT 500 hatchback se ofrece en versiones Pop, Sport, Lounge, Edición 1957, Turbo y Abarth, y el convertible, en Pop, Lounge y Abarth.
En su versión base, el Pop, las llantas de acero son de 15 pulgadas y entre otros elementos encontramos un volante forrado en cuero al que se le puede ajustar la altura, tapicería en tela, aire acondicionado, espejos retrovisores externos climatizados, la posibilidad de ajustar la altura al asiento del conductor, asientos posteriores abatibles 50/50 y un sistema de audio con seis parlantes y CD.
En el nivel Sport las llantas en aleación pasan a ser de 16 pulgadas y por supuesto, el aire externo es más deportivo, al igual que las butacas delanteras que cuentan con apoya brazos. A esta oferta se suma un sistema de audio Alpine.
El Lounge tiene detalles cromados externos, tapicería con una tela de calidad superior y radio satelital, mientras que la Edición 1957 se parece más al modelo original en detalles que indiscutiblemente le asocian con el pasado.
El Turbo, cuenta como su nombre lo indica con un motor turbocargado, frenos más potentes, tapicería perforada y al volante se suma, forrado en cuero, el selector de marchas.
El Abarth, el más potente de todos, se enfoca en desempeño y en él, cada detalle lo convierte en único dentro de la línea de FIAT. Es distinto por fuera y por dentro. Sus llantas de 17 pulgadas llaman la atención y la respuesta de la dirección se optimiza al presionar el selector del modo Sport.
Hay otros elementos que son opcionales dependiendo del modelo/nivel que usted seleccione y que le permitirán personalizar su FIAT 500 mucho más. Un ejemplo de esto es la opción de sensores para estacionamiento, los asientos frontales con calefacción, la tapicería en cuero, el techo panorámico o el sistema de navegación TomTom.
En cuanto a motor, hay tres opciones. El FIAT 500 en versión Pop, Sport, Lounge y Edición 1957, es un cuatro cilindros de 1,4 litros que entrega 101 caballos de fuerza y 97 libras por pie de torsión, asociado a una transmisión estándar manual de cinco marchas, aunque la de seis velocidades automática es opcional.
En su versión Turbo, el motor turbocargado de cuatro cilindros y 1,4 litros brinda 135 caballos de fuerza y 150 libras por pie de torsión y también cuenta estándar con transmisión manual de cinco velocidades y automática opcional de seis.
El Abarth, por su parte, también cuenta con un motor turbocargado, pero esta versión es un poco más potente y entrega 160 caballos de fuerza y 170 libras por pie de torsión. Al igual que en otras versiones, se puede contar con transmisión manual o automática.
Los numeritos de consumo de combustible varían dependiendo del modelo, motor y transmisión, pero como guía les comento que el FIAT 500, Cabrio, que tuve para la prueba rendía 27 millas por galón en la ciudad y 34 en la carretera (30, combinado).
En cuanto a seguridad, el FIAT 500 cuenta estándar con frenos a disco antibloqueo, control de estabilidad y tracción, bolsas de aire.
En pruebas de choque realizadas por instituciones gubernamentales el FIAT 500 recibió cuatro de un máximo posible de cinco estrellas en la evaluación de protección general en caso de choque, cuatro, en impacto frontal y cinco en impacto lateral.
El precio del FIAT 500 arranca en los USD16.845 y el modelo que tuve para la prueba, incluyendo opcionales, USD22.800.
Si desea más información sobre este u otros modelos de FIAT, por favor visite: FIAT USA.
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