Hay vehículos que siempre emocionan. Ya sea por su línea, por su sonido, por su desempeño, por su historia… Y hay unos pocos que conjugan todo y que son presencia constante en nuestras vidas. Tal –considero-, es el caso del Ford Mustang 2017, un purasangre que a sus 52 años de edad, es joven, dinámico, adaptado a los tiempos que corren, firme sobre sus raíces y orgulloso de una rica herencia automotriz.
La nueva generación debutó en el mercado hace un par de años y desde entonces no ha cambiado mucho: Ofrece potencia, es impecable en las aceleradas y brinda esa sensación deportiva al manejar, que emociona en un segmento en el que la competencia es fuerte porque los productos son de calidad y porque las marcas –particularmente las estadounidenses- cautivan lealtades que se mantienen por generaciones.
La cabina tiene un aire distintivo. Uno sabe que es un Mustang… y uno con algunos detalles “retro” que se combinan con otros más contemporáneos creando un armonioso balance de texturas, colores y formas, sin perder la esencia de la marca.
Me gusta de este Mustang que incluso en el nivel básico encuentra uno cosas como el encendido sin llave, la cámara posterior –que tan útil es en maniobras en retroceso- y el sistema Sync que mejora constantemente y que cada día es más amigable y eficiente. Me gustaría, si, que en este mismo nivel básico, la pantalla central fuese un poquito más grande. Mide 4,2 pulgadas y si bien las imágenes son de buena calidad, una pantalla algo más amplia contribuiría con una lectura más ágil. De todos modos, se puede optar por la pantalla de ocho pulgadas. Mi recomendación es que explore esa posibilidad.
Los materiales son de buena calidad y la butaca del conductor tiene suficientes ajustes como para que el manejo sea cómodo y la visibilidad –particularmente la frontal- muy amplia. El modelo que tuve –convertible- por asuntos de diseño no ofrecía una visual muy amplia hacia atrás, pero convengamos en que para eso están los espejos retrovisores laterales y que en buena medida, si uno compra un convertible es para andar ¡con el techo abajo!
Dependiendo del modelo y opciones, puede contar con las butacas Recaro, con mayor soporte lateral y sin duda, ultra deportivas. La segunda fila, existe tanto en el cupé como en el convertible. En mi experiencia, sin embargo, un adulto pudiera sentir falta de espacio. Y ya que toco el punto del espacio, el maletero del convertible ofrecía 11,4 pies cúbicos (13,5 en el modelo cupé).
El Mustang se desplaza bien tanto en el tráfico de la ciudad como en la autopista o la carretera. Es un vehículo al que, si el límite de velocidad lo permite, se le puede exprimir diversión, pero que si estamos en zonas residenciales sabe comportarse como un buen vecino. A veces, por tratarse de un “musculoso” uno se llena la cabeza de ideas… Una de ellas, en mi caso, era que son anchos y que estacionarlos puede ser un desafío (con honestidad: ¡Hay sitios donde los puestos de estacionamiento son chicos!). Cumplo con reportar que era solo una idea… En toda la semana de prueba no enfrenté este problema imaginario, ni una sola vez.
La cabina es, además, bastante silenciosa y en general, suave. La suspensión se siente, y pese a que no es ligero como una pluma, se deja llevar dócilmente.
El Ford Mustang 2017 se ofrece, como mencioné, en versión cupé y versión convertible con techo de lona. Las versiones son cinco y se definen principalmente por el motor: V6, EcoBoost, EcoBoost Premium, GT y GT Premium.
El V6 cuenta con llantas de aleación de 17 pulgadas, luces traseras LED, acceso y encendido sin llave, ajustes manuales para los asientos delanteros, control de velocidad crucero, volante telescópico forrado en cuero, al que además, se le puede ajustar la altura, cámara posterior, telefonía Bluetooth, pantalla de 4,2 pulgada, sistema de audio con seis parlantes, dos puertos USB, CD, posibilidad de contar con telemetría gracias al Track Apps y controles para que los padres predeterminen –si sus hijos van a usar el Mustang- la velocidad límite, el volumen máximo al que se puede oír cualquier audio y geo-fencing. Opcional, en este nivel, las llantas de 18 pulgadas, el alerón posterior, las luces antiniebla y los ajustes automáticos para la butaca del chofer.
El EcoBoost incluye las opciones anteriores estándar, cuenta con motor turbo de cuatro cilindros, un sistema de cancelación de sonido que aporta un mucho mejor aislamiento en la cabina, detalles aluminizados en el panel central y mayor número de ajustes a la butaca del conductor. Las opciones en este nivel incluyen butacas deportivas Recaro, llantas de 19 pulgadas, relación de cambios más corta, suspensión deportiva y frenos de alta potencia.
El EcoBoost Premium cuenta con luz ambiental en la cabina, diversos modos de manejo, asientos frontales con ventilación, tapicería en cuero, sistema de audio con nueve parlantes y pantalla central de ocho pulgadas. Este nivel también tiene opciones particulares de detalles externos y colores en la cabina, puede incorporar llantas de 19 pulgadas y tiene una grilla con carácter propio y por si fuera poco cuenta con algunos aspectos de seguridad adicionales, como alerta de tráfico en punto ciego, alerta de trafico posterior cruzado, memoria para las posiciones de manejo (no, si las butacas son las Recaro), radio de alta definición y un sistema de audio de 12 parlantes.
El modelo GT se parece más al EcoBoost regular, pero tiene un motor V8, frenos de mayor potencia, y hasta un sistema que permite calentar las llantas traseras. Opcionales, los frenos Brembo delanteros y diferencial Torsen. Las llantas en aleación negra, de 19 pulgadas, y el alerón negro posterior, también son opcionales.
El nivel GT Premium se parece mucho al EcoBoost Premium, y quizás, lo más llamativo en este nivel es la posibilidad de contar con el paquete California Special que añade esas llantas en aleación negra, de 19 pulgadas, un alerón posterior más grande y detalles específicos tanto dentro como fuera, que le confieren un aire más elegante, lujoso y deportivo.
El motor V6 de 3,7 litros entrega 300 caballos de fuerza y 280 libras por pie de torsión. La opción de motor turbo, 2.3 litros y cuatro cilindros –EcoBoost- genera 310 caballos de fuerza y 320 libras por pie de torsión y el V8 de 5.0 litros brinda 435 caballos de fuerza y 400 libras por pie de torsión. En el caso de mi vehículo para prueba, con el motor 2.3 litros EcoBoost ofrecía 20 mpg en la ciudad y 28 mpg en la carretera. ¿Aceleración de 0-60 mph? Casi seis segundos con transmisión automática.
En materia de seguridad el Ford Mustang 2017 cuenta con frenos a disco antibloqueo, control de estabilidad y control de tracción, la ya mencionada cámara posterior, bolsas de aire frontales, laterales tipo cortina en el modelo cupé, y bolsas para proteger las rodillas del conductor y el acompañante en la primera fila. Opcional, dependiendo del modelo, se puede contar con alerta de colisión frontal inminente, sistema de alerta de tráfico en punto ciego y sistema de tráfico cruzado posterior.
En las pruebas de choque efectuadas por agencias gubernamentales de Estados Unidos, el Ford Mustang 2017 cupé obtuvo cinco estrellas –la máxima calificación- en protección general en caso de choque, en choque frontal y en choque lateral.
El precio del Mustang 2017 arranca en los USD15.185 y el precio del auto que tuve para la prueba, incluyendo opcionales, llegaba a los USD 39.585.
Si desea más información sobre este u otros modelos de Ford, por favor visite: Ford.
Deja una respuesta