Era un espacio amplio en el que, sin embargo, no cabía un vehículo más. Mirando con atención, quedaba claro que los SUV están de moda. Y, aun así, elegante, con una presencia que se hace sentir, emergía imponente el Infiniti QX80 que me habían entregado para la prueba semanal.
Cuando lo vi por primera vez en 2010, apenas salido al mercado, llamó mi atención por su tamaño. Hoy, me gusta porque ha sabido mantener su vigencia gracias a una nueva generación y a retoques continuos que redefinen una y otra vez, su adaptabilidad en un mundo de cambios permanentes.
Esta vez, se presenta con un nuevo modelo –el Limited-, más elementos de seguridad estándar –versus lo que antes era opcional- y con un motor V8 que continúa entregando potencia y confiabilidad, permitiendo además una capacidad de remolque atractiva -8.500 libras– para aquellos compradores que necesiten llevar carga extra. Todo esto sin olvidar que decir Infiniti, es decir lujo.
Pese a su peso –unas tres toneladas– es un vehículo que se deja llevar con suavidad. Acelera con gracia y paulatinamente, y pasa de 0-60 mph en 6,3 segundos. La frenada es precisa y si uno pisa el freno con fuerza, en caso de una emergencia, la parte delantera baja bastante pero el QX80 no pierde la compostura. A ese andar amable contribuye una suspensión hidráulica que se auto nivela, y por supuesto, el sistema de control de estabilidad.
Su interior, rico en texturas y en detalles que seducen, es un oasis de paz en medio del tráfico de ciudades agitadas. Sus butacas son cómodas y la amplitud en la cabina, nos permite pensar en viajes de corto, mediano o largo alcance, sin problema.
La suspensión de encarga de absorber bastante bien las irregularidades del camino y el aislamiento del ruido exterior, es apropiado.
Los controles están al alcance del conductor y en general, son de funcionamiento sencillo. Es uno de esos vehículos “directo” y sin vueltas que uno aprecia porque no lo hacen perder tiempo con cosas que deben ser prácticas y funcionales.
La visibilidad desde mi posición de manejo era muy buena. Los pilares no interrumpen el campo visual, las ventanas son amplias, la cámara de 360 grados ayuda a llegar donde no llega la vista, y la altura, contribuye a que uno pueda ver adelante en la ruta, algo que permite anticipar los movimientos del tráfico.
Pese a que es un vehículo que en lo personal me resultaba alto, entrar y salir nunca fue tarea difícil. El escalón lateral y las agarraderas en la cabina, siempre están ahí para ayudar. Eso sí, una vez en la cabina, tenga en cuenta que acceder a la tercera fila de asientos puede ser un poco más complicado ya que hay un desnivel en el piso –el suelo de ese espacio es más elevado- y quizás sea un área más conveniente para niños que para adultos. Aun así, es un espacio funcional.
Hay suficientes espacios para guardar y/o colocar objetos en la cabina y el área de carga puede ampliarse abatiendo la tercera fila de asientos. La segunda, pudiera contribuir al espacio, siempre que la segunda fila no tenga consola central, porque esa es fija y por lo tanto esa área permanecerá obstruida sin importar lo que uno pueda –o no- hacer con los asientos.
El Infinit QX80, con tres filas de asientos y capacidad para hasta ocho pasajeros, se ofrece en dos versiones: Luxe (Rear-Wheel Drive o 4-Wheel Drive) y Limited 4WD). El motor es el mismo en ambos modelos, un V8 de 5.6 litros que entrega 400 caballos de fuerza y 413 libras por pie de torsión. La transmisión es automática de siete velocidades.
El Luxe calza llantas de aleación de 20 pulgadas, acceso y encendido sin llave, luces delanteras y antiniebla, LED, techo panorámico, rieles en el techo –ideales si las tres filas de asientos llevan pasajeros y uno necesita ampliar la capacidad de carga sin abatir asientos-, puerta trasera automática, sensores delanteros y traseros para maniobras de estacionamiento, cámara de 360 grados, y sistema de alerta de colisión inminente –incluye detección de peatones-, combinado con sistema de frenado de emergencia. La tapicería en cuero, la calefacción en los asientos delanteros, los ajustes para las butacas de la primera fila y el control de temperatura en tres puntos de la cabina, son estándar. Incluso, sin costo adicional, se puede incluir la posibilidad de una segunda fila con butaca continua que puede abatirse (60/40) algo que, en el caso de butacas tipo capitán, solo se puede lograr en la tercera fila.
El Infiniti QX80 Luxe cuenta con una pantalla táctil de ocho pulgadas, sistema de navegación, control por comando de voz, cuatro puertos USB, sistema de audio Bose con 13 parlantes y CD, radio satelital y sistema Bluetooth.
El Infiniti QX80 Limited cuenta con todo lo anterior y suma como estándar lo que para el Luxe es opcional, como por ejemplo el paquete ProAssist, que permite llantas de 22 pulgadas, sistema de alerta de tráfico en punto ciego, sistema de alerta al salirse de la línea de manejo, el sistema conocido como GeoFencing y la posibilidad de programar una velocidad máxima, además de sistema de audio con 15 parlantes, tapicería con dibujo en forma de diamante, calefacción en la segunda fila de asientos y, adicionalmente, se ofrece con un abanico mayor en lo que se refiere a colores externos y combinación de tonos en la cabina.
Mi Infiniti QX80 Limited para la prueba, contaba con 10 opciones de ajuste en la butaca del conductor, ocho en la del pasajero, sistema de acceso fácil a la tercera fila de asientos, , detalles externos cromados, , cinco puertos USB y tarjeta HDMI, control de velocidad crucero inteligente, y en materia de seguridad, bolsa de aire -frontales y laterales tipo cortina-, cinturones de seguridad que se reajustan ante un choque inminente, sistema ABS, sistema que monitorea la presión de los neumáticos, entre otros elementos.
El consumo de combustible se ubicaba en los 13 galones por milla en la ciudad y 19 galones por milla en la autopista.
El precio del Infiniti QX80 2019 arranca en los USD 65.500 y el modelo que tuve para la prueba, llegaba a los USD 91.450.
Si desea saber más sobre este u otros modelos de Infiniti, por favor, visite: Infiniti USA
Deja una respuesta