Aunque sus dimensiones continúan siendo prácticamente las mismas, el rediseñado SUV, Toyota RAV4 2013, en su cuarta generación, luce como otro vehículo. Y es que lo primero que capturó mi atención fue notar la ausencia de la rueda de auxilio en la parte externa de la puerta trasera. Sin ese elemento, la silueta es ahora más estilizada, con apariencia aún sobria, pero más dinámica y juvenil. De hecho, esa puerta trasera se abre ahora hacia arriba y no de costado, como solía ser en el modelo anterior.
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Claro que ese no es el único cambio de este popular SUV que llega al mercado con cambios por dentro y por fuera. Menos evidente a primera vista, pero en definitiva muy importante, es la desaparición del motor V6. Ahora, el Toyota RAV 4 ofrece sólo una versión de cuatro cilindros, 2,5 litros que ofrece 176 caballos de fuerza y 172 libras por pie de torsión, y las marchas, que antes eran cuatro, han aumentado a seis. De esta combinación resulta un mejor rendimiento de combustible y un vehículo que responde mejor en situaciones, como los adelantamientos, en los que se requiere ese empuje extra pero al mismo tiempo, suave. El Toyota RAV4 se puede tener con tracción frontal o en las cuatro ruedas.
En cuanto a consumo, la EPA estima 24 millas por galón en la ciudad y 31 en la carretera.
Por dentro, el rediseño apunta a mayor amplitud y comodidad y el vehículo se siente más en sintonía con el aspecto que ofrecen sedanes como el Camry, con más líneas pronunciadas, que le dan un aspecto más moderno. Por otra parte, se ha mejorado la calidad de los materiales, con menos plástico y más superficies suaves al tacto.
La pantalla que despliega el menú de navegación es de uso sencillo y los controles para manejar el audio u otras funciones, por ejemplo, son de fácil manejo, muy intuitivos. El sistema de navegación es opcional y se controla a través de Entune. La integración del sistema de navegación con los sistemas de entretenimiento y telefonía manos libres fue como una bocanada de aire fresco… amable, sin rebusques innecesarios, fácil de llevar incluso cuando uno va manejando y que se agradece porque no distrae la atención, que debe estar siempre en el volante y en la ruta.
El espacio en la segunda fila de asientos es amplio y cómodo y el área de carga –¡qué diferencia con aquella primera generación de RAV4!- es de 38,4 pies cúbicos y puede llevarse hasta 73,3 si se abate la segunda fila de asientos. Con esto, debo agregar que es uno de los vehículos que más espacio de carga ofrece en este segmento.
El Toyota RAV4 2013 se ofrece en tres modelos: LE, XLE y Limited, que fue el que nos tocó para la prueba.
En su versión más básica este vehículo tiene, entre otros elementos, llantas de 17 pulgadas, aire acondicionado, control de velocidad crucero y la posibilidad de ajustar hacia arriba y hacia abajo, el volante. La segunda fila de asientos en este modelo puede inclinarse (40/60), cuenta con cámara posterior, sistema de audio con seis parlantes, pantalla táctil, conexión para USB y sistema de telefonía manos libres.
El XLE suma a lo anterior, rieles en el techo y techo panorámico, luces antiniebla, control de temperatura dual y si se desea, la opción del sistema de navegación, radio satelital, y controles por comando de voz.
El modelo, Limited, que probamos, tenía lantas de 18 pulgadas, acceso y encendido sin llave, volante y palanca de cambio de marchas, forrados en cuero, asientos delanteros con calefacción y un sistema de audio con 11 parlantes.
En materia de seguridad, el Toyota RAV4 2013 tiene, estándar, bolsas de aire frontales, para las rodillas del conductor, y laterales tipo cortina; frenos antibloqueo, control de estabilidad y control de tracción. Elementos como sistemas de alerta de tráfico cruzado o alerta en punto ciego, son opcionales y no están disponibles en todos los modelos.
El precio del Toyota RAV4 que nos dieron para la prueba, incluyendo paquetes opcionales, es de USD29.985.
Si desean saber más sobre este u otros vehículos de Toyota, por favor visiten: http://www.toyota.com/
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